Refuerzo estructural con fibra de carbono (CFRP)

PROPIEDADES Y FUNDAMENTOS.

El sistema de refuerzo estructural con fibra de carbono, se compone de dos materiales primordiales, los cuales al trabajar en conjunto alcanzan a desarrollar una resistencia excepcional ante diferentes solicitaciones (según se disponga la orientación del refuerzo).

Los materiales que lo componen son:

Matriz polimérica o matriz epóxica:

Constituida por un compuesto de resinas químicas, su función es crear un sólido de contacto, el cual mantendrá las fibras de carbono con cohesión y a su vez será el puente que transmitirá las tensiones solicitantes al polímero de refuerzo; de forma análoga mediante este vínculo se transmitirán los esfuerzos resistentes al sustrato base.

La matriz polimérica tiene que tener un alargamiento de ruptura mucho mayor que el alargamiento que puede resistir la fibra de carbono, para permitir que la matriz continúe poseyendo capacidad de carga incluso después de que la tensión en la fibra haya alcanzado su valor máximo de ruptura.

Tejido estructural:

Constituido por el entramado de fibra de carbono. Las fibras dispuestas unidireccionalmente o bidireccionalmente dentro de las matrices poliméricas, absorberán los esfuerzos solicitantes que actúan sobre el elemento de hormigón armado.

En función del diseño y disposición geométrica del tejido se creará una “barrera” que será capaz de reaccionar a las cargas impuestas incrementando la resistencia del elemento.

Por lo tanto, tenemos que los sistemas de refuerzo basados en fibra de carbono y matriz epóxica, deben poseer un modo de trabajo del tipo: fibra de carbono con ruptura frágil y matriz polimérica con ruptura dúctil. De esta manera queda descartada la posibilidad de que el refuerzo falle por la ruptura de la cobertura epóxica.

A diferencia del acero, los polímeros reforzados con fibras, tienen un comportamiento lineal hasta la rotura.

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